miércoles, 8 de julio de 2015

Juguemos



No me di cuenta de cuando llegó, en qué preciso instante todo empezó a importar, todo empezó a pesar y todo empezó a tener consecuencias. No recuerdo cuando dejé de preguntar a todo porqué, cuando las horas dejaron de parecer de infinita diversión para encerrarse en agendas, horarios y compromisos. 


 
Cuando la vida era solo un juego, en el que lo único que nos asustaba era ligar al pilla pilla. Cuando se respiraba pasión hasta por las cosas más opuestas, los charcos de invierno, el olor del verano, las hojas de otoño y las flores de primavera. Cuando no teníamos que posicionarnos a la izquierda o a la derecha, y lo único que nos preocupaba era no salirnos de la línea de la rayuela.Cuando los enfados caducaban con el intercambio de un caramelo, cuando conseguíamos parar el mundo con un sencillo “cruci”, cuando nuestras propias normas se regían por un “no vale” y cuando retrocedíamos en el tiempo con un “se repite”. No existía el odio por los lunes y los martes, más bien, no existía odio por todos los días que no fueran fin de semana, porque la merienda era lo más bonito de cada tarde de cada día, daba igual cuál.

Nuestras aspiraciones no traspasaban el sueño de completar la colección del álbum de cromos, de marcar un gol, de tintarse la lengua del color de la piruleta, de disfrazarse de princesa o de spiderman, de ganar al escondite inglés… Y con eso, simplemente con eso, éramos felices.

Pero nada es para siempre, o eso dicen… Así que te propongo que seamos del mismo equipo para el resto del juego. Que me preguntes cosas hasta que las facciones de mi cara sepan responderte con solo tocarlas y que nuestros días no sean compromisos, ni agendas ni horarios cuadriculados, que sean solo días y que cada uno de ellos sea un juego. Te propongo que recorramos el mundo para que el nombre de las estaciones no concuerde con lo estipulado, para poder tostarnos al sol en invierno y esquiar en verano. Que si el sol te irrita la piel nos mudemos a la luna.  Que si tú te vas a la izquierda y te sales de la rayuela, yo la vuelvo a pintar. Que si nos enfadamos volvemos a empezar una y otra vez hasta que sepamos pedalear sin ruedines.

Que nuestras aspiraciones sean simplemente ser un equipo, ganarle la partida a la vida que se presenta siempre con tantos obstáculos, rodear con el rotulador rojo las trampas y tachar con el negro a nuestros adversarios. Te propongo un “nosotros” en un “nuestro mundo”.

2 comentarios:

  1. Bello escrito Azul Cielo Oscuro... muchas gracias por la invitacion de publicarnos que me dejaste en mi pagina... aqui comparto el enlace por cualquier cosa (ahi se encuntra toda la informacion en cuanto a mis otras paginas, mi blog, mi canal de youtube etc... un abrazo y mil bendiciones.... https://www.facebook.com/pages/Piel-de-Seda/1405182456361241

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